
La voz de cada persona es tan única como una huella dactilar. Sus matices y particularidades no solo nos diferencian, sino que también podrían convertirse en una herramienta clave para la medicina del futuro. Investigadores han descubierto que, al analizar las características acústicas de la voz, es posible detectar alteraciones en las cuerdas vocales que podrían estar relacionadas con enfermedades graves como el cáncer de laringe.
El colesterol alto es conocido como uno de los asesinos silenciosos de la salud. A diferencia de otras condiciones que se manifiestan con síntomas claros, la hipercolesterolemia suele avanzar sin dar señales evidentes, lo que la convierte en un riesgo latente para millones de personas en todo el mundo. Sin embargo, algunos indicios clínicos y molestias cotidianas pueden servir como advertencias tempranas de que algo no marcha bien en el organismo.
Un informe reciente sobre los residuos de plaguicidas en alimentos españoles revela niveles preocupantes en ciertos productos cotidianos. Aunque la atención suele centrarse en frutas como fresas o tomates, los datos muestran que otros alimentos presentan una mayor diversidad de plaguicidas. El análisis incluye tanto sustancias no autorizadas por la Unión Europea como compuestos altamente persistentes y disruptores endocrinos. La información detalla la incidencia de contaminantes, la exposición múltiple y la procedencia de los alimentos, ofreciendo un panorama más amplio de la presencia de plaguicidas en España.
Las personas que padecen insuficiencia cardiaca y son tratadas con medicamentos agonistas del receptor de GLP-1, los nuevos medicamentos para la diabetes y el control de peso, como el famoso Ozempic, comparadas con sujetos que reciben placebo, consumen menos recursos contaminantes y mejoran por esa vía la huella de carbono de la actividad humana en el medio ambiente.
Una enfermedad congénita o bien desarrollada a lo largo del tiempo, pero que suele permanecer oculta, se identifica con una precisión del 77% gracias a una herramienta de diagnóstico basada en inteligencia artificial (IA). Las enfermedades cardiacas estructurales (SHD, por sus siglas en inglés) pueden afectar a la capacidad del corazón para bombear sangre al resto del organismo. Antes se trataban tradicionalmente con cirugía abierta, pero en la actualidad muchas de ellas pueden resolverse con terapias mínimamente invasivas.